El código Nutriscore consiste en un gráfico con coloración gradual del verde al rojo en cinco niveles, como si de un semáforo se tratara. Cada producto destacará el color que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identificarán los alimentos más saludables y los rojos, los de menor calidad nutricional.
Nutriscore parece a priori, un logotipo de fácil comprensión, ya que con su uso debería ser más fácil saber la calidad nutricional de los productos que se consumen. Pero cuando se mira la letra pequeña sobre este nuevo sistema, han surgido las primeras polémicas. Y es que la ONG Open Food Facts, que recoge información sobre productos alimentarios de todo el mundo, ha calculado lo que establecería ese nuevo semáforo sobre decenas de alimentos que están a la venta. La plataforma SinAzúcar.org, ha recopilado la información para recrear las etiquetas de Nutriscore con determinados productos.
La principal sorpresa, según explica la nutricionista Amil López Viéitez, creadora de la Dieta Coherente, "es que, aunque los refrescos tienden a estar mal valorados, la Coca-Cola Zero sale muy bien parada con una B (verde claro, es decir, un notable). En cambio, el aceite de oliva, el alimento más venerado y utilizado en la dieta mediterránea, suspende de forma rotunda con solo una D”. "Como los valores se calculan por 100 g de producto y tiene mayor peso en el algoritmo, el valor calórico total del alimento sobre las ventajas de las grasas saludables del aceite de oliva, aparecen ciertas incongruencias. Según esto, "tendría mejor nota una Coca-cola Zero que el aceite de oliva virgen extra”.
Fuente: Interempresas.net